Beneficios e importancia de que los niños hagan mandalas
¿Qué hacer con esas flores que se marchitan, que nos regalan o caen de las plantas de nuestros jardines?
Mandalas – El Punto de Partida
«El orden es la forma de la que depende la belleza» ~Pearl S.Buck
A principios del siglo XX, el psicoanalista Carl Jung observó que muchas culturas habían utilizado, en sus rituales,la creación de mandalas para representar la totalidad y la sanación. Vio que el mandala era como un patrón arquetípico que simbolizada el deseo de la psique por encontrar o experimentar la totalidad. (Bailey, 2010, p.18)
Aunque el mandala suele aparecer inicialmente como un círculo – en sánscrito significa literalmente «círculo» – puede llegar a transformarse en otras. Simplemente la expresión externa cambia, mientras que el sentido permanece.
Muchos son los niños y niñas que, llegada especialmente la primavera, gustan de coger flores como tesoros valiosos para regalar a sus madres, padres y abuelos.
¿Qué hacer con esas flores que se marchitan, que nos regalan o caen de las plantas de nuestros jardines?
Arte con Niños – Beneficios de crear mandalas
Precisamente esas flores de las que hablábamos pueden ser la base para bellos mandalas. Nos preguntamos, ¿qué beneficios aporta la creación de mandalas?
Pues aquí os dejo un listado de nada menos 20 beneficios sobre la creación de mandalas que, como se puede sobreentender, pueden ser aplicables tanto para adultos como para niños. En este caso queremos resaltar la importancia y el beneficio en los niños de crear mandalas. Y cuando hablo de «crear» no me refiero a pintar mandalas (que es otra actividad que también aporta grandes beneficios) sino a la creación desde el inicio y, a ser posible, en espacios naturales.
In Natura ha colaborado con la escuela en la naturaleza Amadahi y sus niños y niñas, quienes son grandes ejemplo de creadores de mandalas.
20 Beneficios de Crear Mandalas para los Niños
1.Relajación. La creación de mandalas desde la recolección, la clasificación y la propia creación del mandala actúa como una herramienta de calma e incluso meditación.
2. Aumento de la concentración. La atención plena se activa así como el grado de concentración. Cuando los niños, y en general el ser humano, están en el momento de la creación del mandala tienen un alto grado de atención centrado en su propio proceso. Entran en «flow».
3. Aprender nuevo vocabulario. Recolectar o emplear pétalos u hojas de flores caídas, les acerca al conocimiento de nuevas especies de plantas, flores o raíces, así como amplía y favorece el conocimiento de un contexto (la estación del año, los colores que tienen, dónde se encontraron, si son árboles caducos por lo tanto, dónde se situaban esas flores, qué formas presentan…)
4. Desarrollo de la creatividad.
5. Se potencia la capacidad creadora – expresión del SER.
Cuando los niños y niñas, sin una preconcepción ni unas pautas específicas y sólo con los recursos que les brinda la naturaleza,crean mandalas están fomentando su flexibilidad y pensamiento divergente. De esa manera, pudiera ser que les apeteciera crear un mandala de tonalidades rojas y resulta que el bosque no les brinda ese recurso en esa época del año en cuestión. Y buscan soluciones creativas para ello. Buscan cómo expresar su SER y adaptarlo a los recursos que hay, potenciando así su capacidad creadora.
6. Los mandalas conectan con nuestras emociones.
El arte conecta con nuestras emociones; es una forma de expresión. En arte en la naturaleza además se ve influido por factores externos que no son menos importantes e influyentes en nuestros sentimientos. La brisa, el silencio, los detellos del sol, el trino de los pájaros, el mecer de las hojas, el olor a húmedo o a seco… Es inevitable que cualquier espacio natural evoque sensaciones y que éstas conecten con nuestras emociones y el mandala que allí se cree, inevitablemente, tendrá en cuenta de forma implícita o explícita todos estos factores, además de los personales.
7. Aparecen en juego conceptos de simetría, asimetría, figuras geométricas, Fibonacci…
Los mandalas ya de por sí son una gran muestra matemática, donde además podrán observar otros conceptos matemáticos y científicos de forma real y, en muchas ocasiones, por sorpresa. Puede ser que los niños no busquen a propósito hojas simétricas y sin embargo lo descubran mientras las sitúan en su mandala o en el mandala las sitúen de forma simétrica.
8. Se despierta el sentido de la estética.
Muchos son los niños y niñas que durante la creación del mandala, paran y observan el conjunto; modifican y cambian de sitio hojas y flores en la búsqueda de su propio sentido estético.
9. Se conecta con la naturaleza desde la emoción y la intuición.
Los niños y niñas tienen la ocasión de simbolizar sus emociones con flores, hojas, palos… y para eso necesitan escucharse y conectar con la naturaleza vinculándose desde su emoción e intuición.
10. Se trabaja lo efímero.
Trabajar en la naturaleza y con materiales naturales ofrece también la posibilidad de trabajar lo efímero. Cuando volvamos mañana al campo, ¿estará el mandala? ¿qué cambios habrá realizado la naturaleza?
Es una oportunidad de ver los cambios como parte del proceso, de alimentar el asombro y encontrar el juego en lo breve y pasajero.
11. Se trabaja el desapego de forma natural
A diferencia de ese «llevar a mamá una flor», crear mandalas y dejarlos ayuda a trabajar el desapego. A muchas personas – niños también – les cuesta desprenderse y ésta es una bella forma de hacerlo. Además, siempre se pueden realizar los mandalas en lugares especiales o crear rincones «de mandalas».
12. Potencia la psicomotricidad gruesa y fina
La observación, búsqueda, recolección y clasificación posterior son acciones donde motricidad tanto gruesa como fina se ve impulsada. La propia creación del mandala y la colocación de los materiales naturales de una determinada manera supone mantener el pulso y practicar mucho la motricidad fina.
13. Es un idioma universal
Crear mandalas es algo que se viene haciendo en todas las culturas y que no atienden a idiomas. ¡Es un idioma universal!
14. Discriminación visual. Observación.
Para la creación de mandalas en el bosque, es necesario practicar mucho la observación. En este caso, la discriminación visual es la que les va a ayuda a seleccionar qué tipo de materiales desean para su mandala.
15. Riqueza sensorial.
En el bosque, la diversidad de flores y plantas que pueden emplear para sus mandalas no sólo les proporciona información visual, sino que les ofrecen una riqueza sensorial (tacto, olor…). Esa información puede influir en la colocación y la creación del mandala. La naturaleza ofrece una riqueza sensorial única y que ningún otro material lo ofrece.
16. Sentido de unidad y diversidad.
El círculo les ofrece el sentido de la totalidad, de la unidad, de eso que envuelve todo. Es centro unificador que acoge una gran diversidad de colores, de formas, olores y emociones.
Crear mandalas en la naturaleza posibilita comprender de forma natural qué sucede en el entorno en cada estación del año. Podemos percibir qué nos ofrece, qué colores aparecen y… qué tipos de mandalas surgen a raíz de lo que el bosque nos regala.
18. Individual, pequeño o gran grupo.
Es una actividad que se puede realizar de forma individual, en pequeño grupo o incluso gran grupo. Además, siempre genera esa sensación de armonía y de intimidad.
19. Arte único irrepetible.
Crear mandalas les ofrece la oportunidad de crear arte totalmente único e irrepetible porque estará sujeto a sus emociones, al entorno y lo que nos ofrece, a un contexto determinado…
20. Placer y diversión.
Es una actividad que provoca mucho placer y diversión realizarla.
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Desde In Natura un agradecimiento muy especial a Amadahi y sus niños y niñas, que de forma espontánea crean mandalas en la naturaleza.
♥ Gracias por las fotografías, por participar en el artículo y ser grandes semillas del futuro. ♥
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Las Flores que ya vas a tirar…
…Úsalas para regalar. Con sede en Arizona, la artista Kathy Klein crea hermosos círculos de flores que ella llama «danmalas», y luego los deja en el lugar que fueron creados como un regalo para quien los descubra.
Qué bonita iniciativa para realizar con nuestros niñ@s. Una propuesta para crear sospresas en la playa, en el bosque o en cualquier camino por donde pueda transitar el ser humano y recibir una bella sorpresa.
Y tú, ¿dónde dejaste la bella sorpresa?
Para consultar: http://www.treecreativity.com/2012/06/kathy-klein-mandalas.html
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Hjhfguauuuuuuuuu me enecanta
Gracias María por relatar con el corazón lo que tejen las manos de los niñ@s.
Que maravilloso, me ha emocionado muchísimo el artículo, se ven maravillosas las fotografias del arte que logran esos niños, me ha encantado el post, felicidades.
Gracias Lápices para colorear por tu aportación y tus palabras. Me alegro de que te haya gustado!!!