Matemáticas con Flores

En la naturaleza hay matemáticas por doquier. Patrones, números, repeticiones, conjuntos, secuencias… Encontrar margaritas y flores es algo muy frecuente en primavera y los niños son grandes expertos en localizarlas. Veámos que propuestas matemáticas nos sugieren estas flores tan cercanas y famosas entre la infancia.

Me quiere, No me quiere

El clásico juego del “me quiere, no me quiere” con los pétalos de la margarita puede dar mucho de sí si le añadimos un rotulador y unas pinzas. ¡Hagamos matemáticas con flores!

     

El rotulador nos permite ir marcando, lo que viene a ser en los pequeños trabajar la concentración, la psicomotricidad fina, la autonomía y la percepción diferenciada, por ejemplo. Además del disfrute, siempre importante y necesario.

Cuando ya tenemos marcados nuestros pétalos, comenzamos la fase del “me quiere-no me quiere”, Creo que hay muchas formas de hacerlo más sanas emocionalmente que nuestro “mequiere-nomequiere”: diciéndonos piropos, improvisando onomatopeyas, diciendo cuántos pétalos creo que hay y contando cuántos son los que finalmente había…

Matemáticas con flores

Y cuando hemos separado pétalos, podemos usarlo para infinidad de cosas. Aquí te mostramos dos: para hacer agrupaciones de números (de 4 en 4, de 5 en 5…)

Y para “escribir” el número de pétalos usando todos los pétalos, ni uno más ni uno menos.

matemáticas con flores

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