San Valentín de los Bosques
«Así como cada nuevo brote de un árbol
crece a partir del que le precedía,
los períodos de la historia se solapan y, en cada etapa,
germina la que está por venir.»
~Roger Cook ~
La propuesta que ofrecemos es una forma bonita de volver al bosque…y nos vamos al bosque con las ganas de abrazar,de hacer un regalo a la naturaleza que tanto nos cuida, nos ofrece y nos revitaliza; con ganas de ESTAR y SENTIR, de EXPRESAR-LE momentos especiales, palabras de agradecimiento o emociones que nos traslade. Hoy, como cualquier día, puede ser un gran día para regalar a la naturaleza. Celebramos San Valentín en los bosques…
De forma cultural y social y nos guste más o menos… este día es conocido, y ya casi instaurado por completo,como el Día de San Valentín, pero ¿ cuál es su origen pagano? ¿Te suenan las lupercales? Hoy celebramos ese «germinar» de Roger Cook y de la tradición pagana…
Al final de este post tienes información sobre la historia del rito pagano y luego cristiano.
UN SAN VALENTÍN DIFERENTE…
¿Qué necesitamos para eso?
- Un rotulador o un boli
- Una cámara de fotos (si queremos fotografiar el momento)
- Una buena ropa que nos abrigue del frío, la lluvia y el viento y con la que no pasemos frío. Que podamos estar a gustito en el campo :-)
- Nuestro corazón palpitando fuerte
- Y…… ¡ganas de celebrar!
Así que con esa combinación de 5 elementos, nos vamos al campo o al bosque y comenzamos nuestro rito o celebración de San Valentín…
- Elegimos el árbol o árboles que por algún motivo son especiales para nosotros y nosotras. Tal vez es por ser el lugar desde donde miro el atardecer, o donde estoy haciendo un fuerte; el árbol que trepé por primera vez, el árbol donde encontré un hueso de animal…
- Cogemos una hoja que esté en el suelo y que nos permita escribir alguna palabra o frase cortita. También podemos llevarnos hojas que tengamos de otras recolecciones.
- Cogemos la hoja y nos la acercamos al corazón, como si quisiéramos que la hoja escuche cómo late…. Tun tun tuntún….
- “Eres especial, árbol, porque aquí me siento……”
- Cuando nos venga esa palabra o palabras, las escribimos en la hoja que tenemos.
6. Para terminar, elegimos un lugar secreto del árbol donde nos gustaría colocar nuestra hoja y dejársela como regalo.
7. Podemos concluir escribiendo una poesía, un relato o compartiendo cómo nos hemos sentido al celebrar este San Valentín diferente.
*También podemos llevar pequeñas semillas u hojas de flores silvestres (lavanda, tomillo, romero, anís…)y échárselas alrededor del tronco como si fuera una ofrenda o regalo en forma oloroso ♥
Os puedo asegurar, que cada vez que se pasa por el mismo sitio o árbol, tu mirada hacia el mismo cambia. Y muchas veces, cuando pasan por ahí… la sonrisa aparece, el recuerdo viene o te entran ganas de volver a visitarlo.
Lo que la Historia nos cuenta…
La historia nos remonta a la época romana, aunque incluso se piensa que el origen de esta fiesta pagada podía tener un origen anterior. Actualmente conocemos San Valentín y poco o nada a Lupercus y la fiesta pagana de Las Lupercales que se celebraba el 15 de febrero.
Esta fiesta pagana tenía lugar en una gruta cerca de la colina del Palatino y se le conocía como la ”gruta lupercal”, donde según la mitología romana, la loba (lupus, lobo) amamantó a Rómulo y Remo. Era una festividad que se dedicaba a la purificación y a la fertilidad.
Con el paso del tiempo y la instauración de la religión católica, el Papa Gelasio I fue quien en el año 494 prohibió y condenó la celebración de las Lupercales y sustituyó esa festividad de día y de motivo, pasando a celebrarse el 14 de febrero con motivo de la fecha en que fue martirizado el cristiano Valentín.